En general, como era de esperar, los niños eran menos propensos a responder con gratitud concreta a medida que crecían. Aun así, los niños en China y Corea del Sur tendían a favorecer la gratitud conectiva, mientras que los niños en los Estados Unidos se inclinaban hacia la gratitud concreta. Los niños en Guatemala, donde es común decir "Gracias a Dios" en el habla cotidiana, tendían particularmente a la gratitud verbal.